Las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida - Coaching de Familia Sistémico - Susana García Gutiérrez - Coach de familias monoparentales

Las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida

por / miércoles, 07 octubre 2015 / Publicado enacción, actitud, aprender, autoconocimiento
10 frases tóxicas impiden avanzar vida

Estoy segura que en algún momento has repetido alguna de las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida. Lo se porque yo también lo he hecho. Hay momentos de inmovilidad, de miedo, de desconocimiento, de juicio y auto-juicio en los que no puedes o no sabes avanzar, te parapetas en ideas caducas y formas de ver la vida limitantes. ¿A que sí? A veces, además, te dices cosas desagradables, a tu propia persona o a los demás: pareja, hijos, padres, amigos, socios,…

Si te entiendo, ¡vaya si te entiendo! También estuve ahí, llena de miedos y de rigidez mental. Te diré algo, si quieres educar hijos inmóviles, miedosos, inseguros, rígidos y con claras evidencias de falta de empatía puedes seguir usando estas frases. Ahora bien, mis años de experiencia me demuestran que el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos es empezar el trabajo por los cimientos, nosotros. Mejora tú como persona, como padre o madre, consigue recursos y herramientas. Ellos, repetirán, seguirán tu ejemplo y se convertirán en adultos emocionalmente competentes.

¿Sabes que el cerebro solo puede mantener un único pensamiento en cada instante? Es decir, si estás pensando algo positivo es imposible, al mismo tiempo, pensar algo negativo. Así pues, ¿por qué no elegir la primera opción? De todas formas la segunda poco te va a ayudar si estás pasando un mal momento. 

En cualquier caso, el primer paso es evitar como mínimo estas frases y te voy a decir la razón.

 

Las 10 frases más tóxicas a evitar.

 

1. Esto es así, siempre se ha hecho así…

No hay nada más limitante y poco innovador que pensar y decir esto. Si el resto de los mortales pensasen lo mismo no tendríamos ninguno de los avances actuales, ni existirían los records, ni siquiera habríamos utilizado la rueda y el ser humano no habría pasado de agricultor a ganadero.

Alguien, en algún momento, en algún lugar pensó en hacer las cosas de forma diferente a como se habían hecho hasta entonces. De ahí surgen las ideas, la magia, los sueños y finalmente se convierten en realidades.

¿No me crees? Piensa en Leonardo Da Vinci y sus locas ideas, locas entonces porque muchas de ellas hoy forman parte de nuestro mundo. ¿Y qué me dices de cambios en el deporte? El salto fosbury lleva el nombre del atleta que en 1968 decidió hacer «otra cosa» nunca vista antes. Y en la salud pasa lo mismo. Cuando yo era pequeña (al igual que los de mi quinta) se nos operaba de amígdalas para quitarlas, hoy se saben sus beneficios y se han dejado de extraer, ¡alguien investigó seguro! Y el teléfono móvil, mi hijo todavía me pregunta cómo nos organizabamos sin ello.

Bueno, ahora me dirás que esos son ejemplos obvios, en el día a día es otra cosa. ¿De verdad lo crees? Entonces pregúntate algunas cosas, ¿hay solo una única manera de cocinar el arroz?, ¿hay solo una forma de ordenar el dormitorio?, ¿existe un único camino para conseguir los objetivos que quieres? ¡No!

Por tanto, decirle a tu hijo, a tu subordinado, a tu pareja, «esto se hace así porque siempre se ha hecho así» les deja sin herramientas para crecer y a ti también. Les impide crear y, a su vez, encontrar alternativas que, en ocasiones, con más óptimas para la tarea encomendada.

No existe una verdad absoluta, existen muchas formas de pensar y hacer, algunas todavía están por imaginarse. Así pues cuando escuches o veas en otros actitudes que te lleven a pensar en esa frase puedes cambiar por decirte, ¿y por qué no?

2. Yo soy así,…

¿Seguro? Eres así y no puedes cambiar, ¡qué cómodidad! Eso es tanto como decir que cuando naciste ya tenías ese mal humor los lunes por la mañana. Imagino que no, porque esa emoción de encontrarte mal vendrá por alguna otra razón y puede variar si cambian las circunstancias.

Con la mayoría de las cosas que pre-supones no poder cambiar pasa igual. Como cuando dices: «cuando suceden ese tipo de cosas yo no puedo callarme!

Confundimos con frecuencia la identidad (ser) con el comportamiento (estar). ¿Notas la diferencia entre los dos verbos? El segundo tiene un aire de temporalidad que permite maniobrar mucho más, se abre al cambio. Puedes estar muy enfadada, eso quiere decir que en algún momento dejarás de estarlo. Ahora bien, si lo que piensas es «soy un ogro», entonces te atarás a comportarte como tal continuamente.

Sobre esto y como salir de ahí ya escribí un artículo completo, puedes leer en el siguiente enlace Yo soy así, no puedo evitarlo – 3 principios para salir de ahí

3. Más vale malo conocido que bueno por conocer…

Esta la puedes juntar con esa de «cualquier tiempo pasado fue mejor».  En ese caso echa el cierre, quedate como estás aunque tu vida sea triste, aburrida, violenta, pobre,… y te habrás enterrado en vida en lugar de atreverte a arriesgar para encontrar ese «algo mejor».

Es cierto que asusta salir de lo conocido, de eso llamado la zona de confort que, aún no siendo perfecta, incluso siendo dañina, es donde te sientes cómodo o cómoda. ¿Sabes por qué esa comodidad? Pues porque lo conoces, para ti es un entorno controlado. Fuera de ahí no vas a tener control, al menos por un período de tiempo, probablemente pasarás miedo e incertidumbre, ¡vale la pena arriesgarse! Los logros están justo ahí fuera.

Cometerás errores, ¿quién no? La vida que realmente deseas está fuera de ese entorno, si no estás conforme atrévete y sal.

¿Quieres saber más sobre tu zona de comodidad? Aquí te dejo otro enlace con un post acerca de ello La zona de confort.

4. No soy tan listo como ellos, o tan guapo, o bien, soy un tonto, soy…

¿Has leído el punto 2 acerca del la importancia del verbo «ser»? Pues aquí tienes otro ejemplo. En este caso sigue sonando a excusa, de esta forma te quedarás ahí sin moverte para cambiar.

Aquí muchos de estos problemas se originan en la niñez como has podido leer en el artículo que te comentaba más arriba. Si durante nuestro desarrollo nos han insistido en crearnos dentro de nuestra identidad una idea negativa de nosotros mismos, ahí estará activándose a la hora de tomar acciones.

Llamarte tonto a ti mismo, o similares frases como, ¡qué estúpido soy! suponen un golpe a tu valer. Es posible que existan actividades que se te den peor, o tengas equivocaciones. Es bueno reconocerlo, ¡basta ya de golpearte con tus palabras!

¿Qué puedes hacer en ese caso? ¡Lo has adivinado! Quitar el verbo «ser» y sustituirlo por alguna frase asociada a una capacidad o cualidad. Y si le añades la palabra «todavía» mucho mejor.

– Todavía cocino algo peor que ellos. Una frase de este tipo afirma que necesitas practicar con la cocina, más aún que si sigues haciéndolo lograrás alcanzarles.

 

5. Toda mi mala situación es culpa de… (aquel suceso, el paro, la crisis, mi vecino, mi hermano, mi madre, …)

Ahí van ¡balones fuera! ¿Que esas situaciones son reales?, por supuesto. ¿Que te fastidian o te han dejado en situaciones complicadas?, casi seguro. ¿Y…? Ni «todo» es culpa de qué sucede fuera de ti, ni «todo» es responsabilidad tuya. Primero porque quedarnos en el todo, magnifica los momentos difíciles y te inhabilita para moverte. ¡Si todo está mal!, ¿para qué te vas a mover? Y dejar de moverse cuando vienen duras, es tanto como dejar morirse.

Toma una actitud responsable, ¿te acuerdas de mi artículo que decía eres el fruto de tus decisiones aunque te pese? Es momento de tomar nuevas decisiones, como dice por ahí algunas citas:

Medios o excusas - familiaycoaching

 

«Si te dan un palo, fabrica una escoba»

«Si te dan limones, haz limonada»

Busca qué puedes hacer hoy, en este momento para salir de donde estás, sea mucho o poco, en soledad o con ayuda.

Cualquier cosa que te ayude a avanzar, aunque sea despacio, es mejor que quedarse anclados en esa frase. Porque eso es una excusa para evitar el miedo o como decía en el punto 3, para quedarte en tu zona de confort. Busca los medios como dice la imagen. Quizá no seas feliz, ahora bien es mucho más cómodo responsabilizar de todo lo que te sucede a una situación, a otras personas en lugar de hacer tú algo por cambiar tu estado dentro de tus posibilidades.

6. Para que me voy a esforzar, seguro que se lo «dan» a otro, algún enchufado… o ¡qué suerte tiene ese o esa!

Esta es una variante que aúna los puntos 4 y 5. Dado que no soy tan listo o estoy tan bien relacionado y además la situación está tan mal, pues mejor no me esfuerzo y espero a ver si las cosas cambian. ¿Qué cambien las cosas? puedes esperar sentado, efectivamente, porque las cosas cambian siempre, aunque puede que no de la forma que esperas o te conviene. Si quieres un cambio concreto, arrima el hombro y ponte manos a la obra.

En realidad hay ocasiones para pararse y esperar, aunque lo que varía es la actitud. Si realmente paras para tomar perspectiva y desde la toma de conciencia sobre qué has hecho y cuáles van a ser tus pasos siguientes.

Lo que haces hoy te acerca donde quieres ir - familiaycoaching

Si partimos del ejemplo de la búsqueda de un trabajo es cierto que hay personas más preparadas que tú para un puesto de trabajo, más jóvenes, más mayores, con más experiencia, con menos. Eso existe, te puedo asegurar que si tú no crees en ti, nunca convencerás a nadie para que lo haga. ¡Claro que a veces los puestos están asignados! Bueno, a veces ganarás, a veces no, siempre tendrás información sobre qué hacer o no hacer la próxima vez, sobre qué necesitas y qué habilidades te faltan, incluso si te conviene crear sinergias o relaciones con algunos grupos o personas.s, en ese caso si es positivo tomarte un respiro. Ahora bien, si es desde el ¿para qué voy a esforzarme?, estás dejando un mensaje sobre tu falta de poder. ¿Qué diría Viktor Frankl o cualquier que ha vivido situaciones tan dramáticas o similares? Pues diría que busques tu para qué interior, tu motor, aquello que te impulsa a moverte.

A mi, en ocasiones en la vida, me decían que tenía suerte. Lo curioso es que les creía, hasta que me di cuenta que esta venía acompañada por mi implicación en algunas tareas o situaciones, mi tiempo de dedicación. Una cita dice: «Cuanto más entreno más suerte tengo». La suerte es algo que se construye. Es la continuidad, la perseverancia y la resilencia las cualidades que más te pueden ayudar. No digo que sea fácil, solo que eso hará que avances, lo demás solo son excusas y justificaciones.

7. Tú lo que tienes que hacer es …

¿A ti te gusta que te digan qué tienes que hacer? ¿De verdad? ¿O prefieres tomar tú la decisión sobre qué hacer ante una determinada circunstancia?

Cuando dices a alguien esta frase estás dando una opción de solución,  un punto de vista, el tuyo. ¿Crees que tu punto de vista sirve para todo el mundo o todo suceso? ¡No y cien veces no! La mayoría de las veces ni siquiera habrás estado en el mismo lugar exactamente, por no decir que es posible que no compartáis la misma escala de valores y por supuesto podéis haber recibido educación diferente. Tú no tienes las respuestas, ni siquiera esta respuesta, tú tienes opiniones. Por muy válidas que estas sean, es imprescindible dejar al otro encontrar la suya.

Esto es muy propio de los padres. Muchas veces damos respuesta a los retos de los hijos, cierto que en este caso estamos educando  y en ocasiones, se mezcla el actuar con el dejar al otro explorar. En muchos casos, una inmensa mayoría, las situaciones son más comunes y ayuda dar la oportunidad de reflexionar a los chicos.

Además, salirse de esta frase es el primer paso para hacer responsable al «otro» de sus elecciones. Ahora suponque que le dice «tú lo que tienes que hacer es…», lo hace y sale mal, vamos que obtiene un resultado que no es el que quería. ¿A quién crees que le echará la culpa? ¡Así es, a TI!

Por tanto, salirse de esta frase posiciona a los dos. A ti, porque tú no tienes la varita mágica de la verdad absoluta; al otro porque toma finalmente parte activa en su responsabilidad y las consecuencias de sus decisiones.

8.- Eso ya me lo se,…

Estupendo, ya te has posicionado en dejar de aprender. Incluso aquello de lo que creemos saber siempre nos puede aportar un nuevo conocimiento, algo que la vez anterior pasamos por alto o simplemente no estabas preparado para entender. Cuando cambia la persona que te expone la información puede darte una visión diferente, abrirte a otras perspectivas. Siempre se aprende.

Hay otra cosa más, aún en el caso que verdaderamente lo que te cuentan lo sepas, tengas todas las perspectivas teóricas posibles, la siguiente pregunta que te pueden hacer es: muy bien, lo sabes, ¿pero lo has puesto en práctica?¿de verdad lo haces? No basta con saber qué la respiración ayuda a bajar el nivel de estrés, es imprescindible confirmar que además de saberlo lo practicas. De otra forma, es habitual que te encuentres en la situación que alguien cercano te siga repitiendo lo mismo día tras día.

Creo que esto se explica mejor con una historia: La taza de té

«Hace mucho tiempo un joven muchacho, deseoso de aprender nuevos conocimientos, acudió al viejo maestro con la esperanza de que lo tomase como discípulo.

El viejo sabio tras escuchar las palabras del muchacho, decidió aceptarlo como alumno y enseñarle todos sus conocimientos.

“Muchacho, ven mañana al despuntar el alba y recibirás tu primera enseñanza”.

Y así lo hizo el muchacho. En cuanto el sol empezó a asomarse por el horizonte, el joven discípulo se presentó en la casa de su maestro.

“Ven muchacho”, le dijo el joven sabio. “Tomemos una taza de té”.

Puso delante del joven una taza  y empezó a servir el té . Sin embargo, en vez de pararse cuando la taza estaba llena, siguió virtiendo el líquido hasta que la tetera quedó completamente vacía.

El muchacho se quedó sorprendido ante la situación que acaba de ver, pero por respeto a su maestro no quiso decirle nada.

“Por hoy ya hemos acabado”, le dijo el maestro. “Ya puedes volver a tu casa. Mañana te espero a la misma hora que canta el gallo”.

Al día siguiente el joven discípulo se presentó en casa de su maestro  con la ilusión de que ese día empezasen las enseñanazas.

Sin embargo el viejo le sentó de nuevo a la mesa y le puso la taza de té delante llenándola hasta que la tetera quedó completamente vacía.

Y así pasó un mes. Un día, el joven alumno reunió fuerzas y se animó a preguntarle al maestro cuándo empezarían las enseñanzas.

“Muchacho”, le dijo el sabio. Hace un mes que empezamos con las lecciones.

“¿Cómo es posible?”, preguntó el joven. “Desde hace un mes lo único que hago es sentarme y ver como se derrama el té de la taza”.

“Al igual que la taza, estás lleno de opiniones y especulaciones. ¿Cómo vas a aprender si no empiezas por vaciar tu taza?”, respondió el viejo sabio.»

9.- Llorar o mostrar tus emociones es de personas débiles…

Esta frase ha sido aprendida e incrustada en nuestra personalidad, especialmente en los hombre. Se ha asociado el mundo emocional con la debilidad, dando como resultado todo lo contrario a lo esperado. En lugar de hacer fuertes a las personas esta frase, estas creencias lo único que hacen es debilitar. Cuanto más escondes en tu interior las emociones, más muro te creas, más débil te sientes interiormente. Eso sirve de poca ayuda cuando has de enfrentar situaciones que requieren de ti gran fortaleza.

La paradoja es que cuanto más haces por parecer fuerte y guardar las emociones te conviertes en más débil. Porque las emociones te muestran vulnerable, es cierto. A su vez, la vulnerabilidad es algo que solo los más fuertes pueden permitirse mostrar. Es la seguridad en uno mismo quien te permite dejar ver tus emociones pues tienes la capacidad de gestionarlas.

Cuando no lloras, cuando no muestras, cuando escondes y empujas hacia dentro, un nudo interior se queda, se pone al servicio del control emocional que no de su gestión. Y cuando quieres controlar en la vida, en algún momento se producirá el descontrol, la salida será en el lugar equivocado de la forma equivocada.

La solución pasa por reconocer esas emociones, buscar el momento de expresarlas, aprender a gestionarlas en circunstancias complicadas. Esto te hará fuerte, porque tú serás quien esté pilotando en lugar de esperar a que exploten.

 10.-  No puedo vivir sin tí.

¿Dónde está el foco? ¿Dónde tu motivación de vida? Está claro, ¡fuera de ti! La frase real sería: «No puedo vivir sin mí». Porque solo tú tienes el poder para hacer y deshacer en tu vida. Tú puedes hacer de tu vida un calvario, ¿has probado alguna vez a fastidiarte el día a propósito? Te lo recomiendo, como ejercicio. Observa lo siguiente, si eres capaz de estropear tu día, tu vida, también serás capaz de lo contrario.

Cualquier motivación, la misma vida como en esta frase, así como sus variantes: lo hago por ti, lo hago por ellos (hijos),… tienen terribles consecuencias. Porque dejamos en manos de otros nuestro futuro, y encima esperando que te hagan un gran reconocimiento. Detrás de esto, no te engañes, está la necesidad de ponerse en un estado de víctima, de lástima para que nos quieran. ¿Te digo algo? Conseguirás el efecto contrario.

Si la motivación de tu vida es otra persona, si ella muere, tú mueres. Si la motivación de tu vida es tener un coche determinado y no lo tienes, sentirás fracaso. Ambas situaciones son similares, pues ambas se basan en «tener» en lugar de en «ser». En un caso se trata de tener personas, emociones, afectos o cariños; en el otro cosas materiales. Son el mismo perro con distinto collar.

Cuando el objeto de tus deseos está en lo externo entonces tus emociones, tu sentir siempre va a depender de qué deciden o hacen otros. ¿Realmente crees que esta es una forma sana de vivir? La vida es un regalo, no dejes en manos de otros ese regalo que te ha sido entregado.

Si me vas a preguntar, ¿cómo lo hago Susana? Mi respuesta es clara, primero busca para qué, ¿para qué te levantas cada mañana?, ¿qué te hace saltar de la cama y emocionarte con la vida? Busca en tu interior, siempre hay algo, aunque hoy sea un día gris en tu corazón, si lo encuentras entonces el cómo vas a descubrirlo fácilmente.

Para crear relaciones verdaderas es imprescindible empezar a crear una buena relación contigo mismo.

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AUTORA

    Susana García - imagen circularSusana García Gutiérrez, Formadora y Coach de Familia-Educativo Sistémico,  fundadora de “Familia y coaching”, Fundadora y directora de Centro FAMES (Centro de Formación para la Familia y la Escuela). Es 1ª Coach de Familias Monoparentales en España. Co-fundadora de AECOFAME (Asociación Española de Coaching de Familia y Educativo) y su primera presidenta 2010-13    

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5 Responses to “Las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida”

  1. Me ha encantado y lo de probar a fastidiarme el día me ha dejado totalmente descolocada. Me imagino fastidiandome el día y no se me ocurre cómo hacerlo. Veo pequeños picos de fastidio, pero el día tiende al equilibrio.
    Gracias Susana por invitarme a la reflexión.

    • Susana Garcia dice: Responder

      Querida Karina, me alegro que te hayan gustado. No viene mal repetirnos esta lectura de vez en cuando aunque seamos coaches. Porque hay ocasiones en las que nos despistamos con algún asunto.

      En cuanto a lo de fastidiarse me di cuenta que es fácil hacerlo: el autojuicio, la extrema exigencia, el decirnos frases de castigo a nosotros mismos,… Todo eso podemos hacerlo de forma rápida y eficaz, ¿a qué si? Y nos fastidiamos el día. Nos han enseñado tan bien a hacer eso que nos cuesta muy poco esfuerzo. Eso si, demuestra que somos poderosos y que si queremos podemos fastidiarnos. Eso solo demuestra que también somos capaces de lo contrario. Y una vez que somos conscientes que llevamos el timón, solo nos queda practicar y practicar lo contrario: mimarnos, animarnos, motivarnos, darnos mimos y caricias de las que estamos tan faltos.

      Gracias a ti por pasarte a comentar.

  2. Ana Flores Airado dice: Responder

    Me parece estupendo y excelente TODO lo que escribes, me hace reflexionar mucho, pensar, desaprender etc…GRACIAS

    • Susana Garcia dice: Responder

      Gracias a ti Ana por visitarme aquí y por leerme. Ese es mi objetivo, abrir las reflexiones que nos permiten tener más perspectivas. Me alegra haber conseguido hacerlo.

  3. Ana Flores Airado dice: Responder

    Gracias

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