Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3)

Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3)

por / jueves, 31 octubre 2013 / Publicado enagresividad, conflictos, pasivo-agresivo

La pasada semana publicaba qué comportamientos eran característicos de la actitud agresivo-pasiva. Alguien me escribió: muy bien, ahora ya sabemos cómo se manifiesta, ahora bien, sería importante saber cómo cambiar esas actitudes.

Durante este y el próximo artículo te desvelaré cómo salir de esa situación, bien por la persona que tiene esta forma de actuar; bien por la persona que se relaciona con ella.

Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3)

Una de las características a las que lleva esta forma de conducirse en la vida es a sabotear a su interlocutor. Ello deriva en la frustración de éste por ser incapaz de obtener una respuesta clara y concisa ante eventualidades conflictivas. Si hablamos de relaciones una frase que lo definiría sería: ni contigo ni sin ti, dada la ambivalencia en la que se haya continuamente.

Estos son los 5 pasos fundamentales para abandonar la actitud agresivo-pasiva:

1. Reconocer en ti esa actitud a cambiar.

Para ello nada mejor que revisar habitualmente tus sombras, algo imprescindible diría yo para cualquier persona que quiera crecer emocionalmente hablando. Como dice Karl Gustav Jung: lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma. En este caso con mayor motivo, pues esta persona usualmente no verá esa sombra o le será más difícil verla. En su afán de evitar someterse a alguien acabará sometido a sí mismo, a su propia sombra inconsciente, al miedo.

Es de vital importancia tomarte el trabajo de revisar paso a paso tu conducta, fijándote en hechos concretos. Si eres capaz de hacerlo tú, ¡estupendo! Aunque habitualmente hay áreas que tú no vas a identificar con tanta facilidad, pide ayuda a las personas con las que te relacionas. Un buen feedback no tiene precio. Para poder hacer esto necesitas hablar con honestidad a tus amigos, familiares, etc. Estar abierto a aquello que oirás porque algunas cosas van a gustarte muy poco.

Una herramienta muy útil para hacerlo es la Ventana de Jo-Hari, procura hacer más pequeña tu área ciega preguntando a los tuyos.

2. Evita guardar tus emociones negativas.

Cuanto mayor es el tiempo que mantienes esa emoción más inmanejable se vuelven y más entorpecen la comunicación con los otros.

Hablar en el momento del conflicto, como se dice vulgarmente «en caliente» puede ser complicado en ocasiones, más para ti. Si esto te genera mucha inestabilidad en ese momento puedes pedir «tiempo muerto». Es decir, habla con la otra persona para tomarte un espacio, bastará dar un aviso sobre tu necesidad de un tiempo para poder comentar ese suceso. Fija cuándo podréis tratar ese asunto. Puedes utilizar respiraciones abdominales cuando sientas que la rabia aparece.

Al comunicarle al otro tu necesidad de tiempo y concretar cuándo será posible tener esa conversación por un lado evitarás su frustración y por otro te dará tiempo a asentar tus emociones y liberar tus tensiones. Muy importante, sé específico: 1 hora, 1 día, … Procura no dilatarlo mucho en el tiempo, de otra forma entrarías otra vez en la misma dinámica.

Cómo puedes hacerlo:

– Toma conciencia de la molestia

– Informa a tu interlocutor que no te sientes bien con ello.

– Acuerda un espacio y tiempo para tratarlo

3. Analiza tus emociones durante el tiempo de revisión tomado.

Evalúa de forma concreta tus emociones, haz esto lo más detallado posible. Incluso, si puedes, escríbelo. Te ayudará a hacer una mejor definición.

Estas preguntas te ayudarán en esta tarea:

– ¿Qué exactamente te molestó de la situación?

– ¿Cómo te sentiste en ese momento?

– ¿Cuáles son tus necesidades que no has visto cubiertas o no pudiste expresar en ese momento?

– ¿Qué petición te gustaría hacerle a esa persona?

Elabora las respuestas para el encuentro. Pon tu corazón al prepararlo, enfoca en mejorar vuestro nivel de comunicación y cómo esto redundará en proporcionarte relaciones de mejor calidad y más duraderas.

4. Comunícate de forma asertiva.

Una vez que ha llegado el momento de hablar utiliza un lenguaje totalmente asertivo. Esto quiere decir, ni violento ni pasivo, se trata de expresar tus necesidades sin hacer presión sobre el otro, sin atacar y también sin dejarte avasallar.

Partiendo de las preguntas anteriores, sobre todo de las respuestas que te has preparado, puedes hablar teniendo en cuenta la siguiente técnica:

En la situación (especifica la situación vivida sin enjuiciar al otro, solo desde la situación)

me molestó (respuesta pregunta 1)

y me sentí (respuesta pregunta 2)

yo necesito (respuesta pregunta 3)

así pues te pediría por favor (respuesta pregunta 4)

Así por cada cosa que quieras comentar.

5. Escucha sin juicios.

La exposición generará, probablemente, una réplica de la otra persona. Cuando ella observe que tú hablas desde ese contexto ella también entrará más fácilmente en un entorno de ganar-ganar. De esta forma ambos podréis expresas vuestras emociones, necesidades y peticiones. Llegar a acuerdos que os permitan mejorar vuestra relación.

Puedes, también, enseñar esta técnica a tus amigos, familiares y demás, de forma que podáis establecer conversaciones desde esta perspectiva de expresión. Si alguno no los utiliza y te sientes invadido, en ese caso pueden indicarle de una forma asertiva también que en esos parámetros no vas a mantener una conversación.

A continuación, utiliza estos 5 pasos en cada una de tus interacciones en las que se produce un conflicto. Observarás cómo las personas que se relacionan contigo se relajan, te dan espacio para expresarte y llegan a acuerdos contigo. Ahora puedes canalizar tu malestar expresando a través de un lenguaje no violento. El objetivo es que dejes atrás esa forma de agresividad-pasiva aprendida en el pasado.

La próxima semana veremos qué puede hacer la persona que convive o tiene relación con alguien de actitud pasivo-agresiva.

Susana García GutiérrezCoach de Familia Sistémico,  fundadora de “Familia y coaching”, Co-fundadora de AECOFAME (Asociación Española de Coaching de Familia y Educativo) y su primera presidenta 2010-13. Fundadora y CEO de Centro FAMES (Centro de Formación para la Familia y la Escuela). Es 1ª Coach de Familias Monoparentales en España.

 

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AUTORA

    Susana García - imagen circularSusana García Gutiérrez, Formadora y Coach de Familia-Educativo Sistémico,  fundadora de “Familia y coaching”, Fundadora y directora de Centro FAMES (Centro de Formación para la Familia y la Escuela). Es 1ª Coach de Familias Monoparentales en España. Co-fundadora de AECOFAME (Asociación Española de Coaching de Familia y Educativo) y su primera presidenta 2010-13    

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One Response to “Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3)”

  1. […] Ten claro el objetivo de la conversación y qué deseas expresar. Eso si, siempre de forma asertiva, sin juicios a la otra […]

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