Fracasar con inteligencia.
No existe error, sólo aprendizaje. Esta es una de las presuposiciones de la Programación Neurolingüística (PNL) y estandarte de los procesos de coaching. En realidad el fallo al realizar una actividad es un paso absolutamente necesario y natural, pues sólo tomando partido ante las circunstancias se aprende y avanza.
¿Quién aprendió a caminar sin caerse alguna vez? De hecho, cuando un bebé se cae en ese proceso es condición indispensable que sus padres le trasladen seguridad y no miedo, pues es bien sabido que tardarán más en andar si la situación les produce miedo e inseguridad.
Si esto es tan básico para el desarrollo del ser humano, ¿cómo explicar el trato negativo para alguien que cometió un error? ¿Cómo podemos motivar a nuestros empleados, amigos o hijos? ¿Qué hacemos para inducir al triunfo en lugar de al fracaso?
Interesantes preguntas, y para resolverlas, es una cuestión de desarrollo de aptitudes y actitudes. ¿Y quién necesita ese cambio?, únicamente tú.
Tanto si el fracaso proviene de otro como si eres tú mismo quien fracasa, hay una actitud necesaria y muy recomendable, aprender a aceptar los errores propios y ajenos, extrayendo las conclusiones y propiciando un nuevo paso diferente que pueda acercarte al objetivo deseado, incluyendo motivar y apoyar a otros en ese camino.
Sólo aquellos que fracasaron y tuvieron el valor de continuar adelante, aprendiendo tanto de error en sí mismo como de la falta de aceptación de otros, son hoy en día triunfadores y maestros.
La solución, la salida, pasa por ser inteligente, emocionalmente inteligente, que en este caso equivale a utilizar el fracaso como trampolín para seguir avanzando. Se trata, por tanto, de persistir en el empeño, tanto si te tachan de inútil, incapaz, ineficaz, o muchos otros in- que se te ocurran, aprender de la circunstancia y seguir adelante.
En este video tienes algunos ejemplos de algunos de estos triunfadores y podrás ver los adjetivos que recibieron.
¿Conoces tú algún caso similar?
_____________________________________________________________________________________________________AUTORA
   

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Hola Susana:
Cuán acertado es este artículo.
Uno de los primeros puntos en los que se puede mejorar es el lenguaje.
Eliminar o reducir el uso de algunas palabras como: «fracaso», «hundimiento», «descalabro» y «fiasco». O simplemente dotarlas de un significado ligeramente distinto en el que no hay cabida para la negatividad. En su lugar, como tú dices, a la recepción de información sin más, aprendizaje puro.
Un saludo,
Luis
Hola Luis, gracias por pasarte.
Si, has dado en el clavo, utilizamos en muchas ocasiones el lenguaje de una forma negativista que, de hecho, nos conduce a obtener poco o nulo beneficio de una circunstancia.
La vida es puro aprendizaje, a cada instante. Así es que utilicemos todo para aprender.
Un abrazo