Padres tóxicos, el veneno está en la dosis.
a primera vez que oí eso de relaciones tóxicas fue hace más de quince años en mis primeras andaduras dentro del desarrollo personal. Me pareció una palabra demasiado fuerte. Aunque comprendí pronto que simplemente buscaba meter el dedo en la herida, es decir, hacer saltar nuestros resortes y despertar la conciencia.
Con el tiempo, esta ha sido una de mis grandes adquisiciones para mi trabajo con familias y educadores, porque la educación que impartimos, las enseñanzas que transmitimos a nuestros hijos e hijas, a los alumnos en el aula, están impregnadas de toxicidad, aunque no seas consciente. Esta fue heredada por nosotros y así la transmitimos día a día. En ocasiones, actuamos sin hacer una parada y cuestionarnos la forma de hacer las cosas. Desde ahí surge este artículo.
Padres tóxicos, el veneno está en la dosis.
Es cierto, no hay manual de instrucciones para educar, al menos no existe ninguno exacto. Si existe información sobre el desarrollo del ser humano: físico, cognitivo y emocional. Es tu responsabilidad, por tanto, querer aprender sobre ello. ¡Ya no valen excusas! La red está llena de información.
¡No te pares en culpabilidades! No eres responsable de tu herencia cuando eras tú el niño, aunque sí eres responsable de tomar conciencia y hacer los cambios necesarios cuando eres adulto.
Como dice Paracelso en su cita: El veneno está en la dosis. Una frase que me sigue gracias a una de las personas que forma parte de mi equipo, socia, compañera y amiga. Por tanto, no se trata de definir aquí si eres tóxico o no, la gran mayoría somos o hemos sido alguna vez padres tóxicos. La verdadera cuestión es saber tu nivel de toxicidad, cuánta es la dosis que administras a tus hijos o alumnos. Esa es, definitivamente, una medición a tener en cuenta para determinar tu necesidad de cambio. Estás influyendo en cómo se desarrollarán ellos en el futuro. Así pues, si quieres cambios en ellos, empieza por tí.
Las palabras y las acciones que viertes sobre los chicos tienen consecuencias. Si, si, esas mismas consecuencias que tanto insistimos cuando hablamos con ellos y les enseñamos. Para decirles a ellos que piensen antes de actuar, nuestra mejor baza es dar ejemplo. Pues ahora nos toca a nosotros pensar antes de actuar, conocer las repercusiones y consecuencias de nuestras actitudes educativas.
¿Es erróneo gritar a tus hijos? Si, lo es. Y algunos dirán, mi madre me gritó unas cuantas veces y aquí estoy, sin traumas. También es cierto. ¿Entonces? Volvemos a las dosis. ¿Es igual que te gritaran alguna vez a que tu vida fuera un contínuo de malos modos y tratos con gritos todo el día? Evidentemente, eso hace una diferencia. Aunque no juzgues a otros sin mirar qué puedes mejorar tú.
Además, incluye aquí las interpretaciones subjetivas. Porque cada persona es diferente, y su vivencia de un hecho distinta. Gritas a uno y, aunque duela, quizá el efecto no sea tan negativo como en otra persona. Generalizar no ayuda, te lo aseguro.
Imagina que dices a alguno de tus hijos, o siendo profesor a alguno de tus alumnos, por ejemplo: “eres un inútil, no vas a conseguir nada en la vida”. Es realmente una frase muy tóxica. Cuando hablé con mi hijo sobre una frase así, se asombró que hubiese padres que pudiesen decir eso. Y eso que estoy segura de haber dicho frases tóxicas también en algún momento.
Decir una vez, solo una vez, hace daño, no te equivoques. Dependiendo quién tú seas, la edad de los niños, su confianza en ti (toda a priori si eres su padre o madre), el efecto es altamente negativo en ese momento. Como escribía antes, si estas palabras salen de tu boca cada día, durante ¿días, meses, años? ¿Cómo crees que se sentirá? El resultado es desastroso, especialmente cuando los niños están creando su auto-idea (la idea que tienen de sí mismos al principio se basa en la que tenemos los adultos de confianza de ellos).
Un niño podrá interiorizar esta idea de sí mismo, de inutilidad, perdiendo la confianza en su capacidad en función de cuanto repitas esas palabras. Al igual sucede con determinadas actitudes con ellos: falta escucha, empatía, respeto, comunicación, atención,… También, dependiendo de la interpretación interna que haga y cómo sea el niño. Las mismas palabras, aunque duelan igual, no tienen la misma repercusión en unos u otros, porque el mundo emocional, las circunstancias y el entorno van a influir de forma importante en la interpretación de las mismas.
Hay muchos artículos con frases y actitudes tóxicas, estas son algunas especialmente dañinas:
-
Conseguir su obediencia a través del miedo y la manipulación.
Manipular es conseguir que hagan lo que tú quieres a través de utilizar una distorsión de los hechos. Frases como: con lo que yo te quiero y mira como te portas. También otras como: yo quiero a los niños que se portan bien (es decir, le estás diciendo que tu cariño está en venta y no es incondicional)
El miedo por su parte genera obediencia, ¿a qué precio? Que se acostumbrarán a obedecer y no a pensar. Luego extraña eso de: ¡tan buen chico cómo se metió en ese grupo e hizo esas cosas!
-
Menospreciar a los chicos mediante palabras o actos.
Dejarles en evidencia cuando cometen un error, regañarles en público, frases del tipo: eres estúpido, no sabes hacer nada, no aprendes, así no vas a ninguna parte,… Y montones de ellas, revisa tu repertorio.
-
Evitarles las consecuencias de sus actos y hacerte tú responsable de ellas.
Amar es también decir no, en ocasiones, u otros síes. Amar es dejar que se equivoquen si, asumiendo los resultados de ello. Amar es contener. Faltamos al amor a nuestros hijos si no enseñamos valores como: contención, empatía, responsabilidad, respeto,…
-
Desatender las necesidades de cualquier tipo: físicas, emocionales, intelectuales.
Las necesidades básicas tal como enumeró Maslow son el pilar sobre el que se asienta la vida y van más allá del alimento físico. Una persona mecesita alimento, vestido, un hogar, cuidado y unas relaciones de amor. A partir de ahí puede crecer interiormente, sino se hayará en un estado de carencia.
-
Faltar el respeto mediante gritos, golpes o zarandeos
Pocos o muchos es igualmente negativo. Este tipo de actitudes bloquean emocionalmente al niño y, además de no conseguir la respuesta esperada, provocará heridas profundas para el resto de su vida, especialmente si son repetitivas.
-
Fluctuar entre emociones contínuamente sin establecer pautas concretas y claras (genera ansiedad e inseguridad)
Cuando no sabes cuál será la respuesta ante un hecho se acrecienta la ansiedad. Si la educación de tus hijos o alumnos está en función de tu estado emocional y si éste fluctúa continuamente, crearás un estado de inseguridad que, en ocasiones, llevará a ignorar cualquier directriz de tu parte. Se genera entonces una falta total de autoridad.
Cuando hablo de padres tóxicos, por tanto, dejan de pensar que esto es para otros. Esto es para ti, esto es para todos. ¿Qué tu dosis es pequeña? Estupendo, aunque eso no es excusa para dejarlo pasar. Aún estás a tiempo de mejorar.
Si leyendo este post has descubierto que eres un padre o madre muy tóxico, es el momento de deshacerse del veneno. ¿Estás en disposición de hacerlo?
Si es así, te animo a hacer el Test Sistémico de Toxicidad que forma parte del curso online gratuito «Cómo Superar la Parentalidad Tóxica Sin Sufrir».
_____________________________________________________________________________________________________
AUTORA
   

ULTIMAS PUBLICACIONES
20 años de monoparentalidad y pocas cosas han cambiado.
La realidad de las familias monoparentales. Cada […]Deja de usar esta palabra con tus hijos
Existe una palabra muy común en nuestra vida diaria. […]3 razones para dejar de gritar a tus hijos
Siguiendo la nomenclatura de: «Piensas, luego […]Quiero un hijo obediente
Si has entrado para encontrar una guía para conseguir […]Mis 1000 equivocaciones como madre
Después de muchos artículos y debates en redes durante […]
POST MAS LEIDOS
-
10 cosas por la que estoy agradecida Hay algo que me gusta hacer por las noches antes de i... publicado el noviembre 24, 2011
-
¡Cuida tus palabras! Los 3 filtros antes de hablar ¿Eres realmente consciente de cuántas veces eres parte... publicado el mayo 8, 2015
-
¿Objetivos o Expectativas? A la hora de arrancar un proceso de coaching es d... publicado el octubre 26, 2009
-
Las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida Estoy segura que en algún momento has repetido alguna d... publicado el octubre 7, 2015
-
Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3) La pasada semana publicaba qué comportamientos eran car... publicado el octubre 31, 2013
Archivo

Registro GRATIS
Curso ONLINE y GRATUITO
"Cómo Superar la Parentalidad Tóxica Sin Sufrir" Incluye Test Sistémico de Toxicidad 1 test + 4 vídeo-lecciones + material + dinámicas + 1 webinar Gratuito 100%Descubre la Escuela Online de Centro Fames
Este curso es para ti si... ¿Sientes que tu padre o tu madre no te quiere? ¿Te infravaloran? ¿Siendo adulto sufres porque sigues teniendo una relación difícil con tus progenitores? ¿A veces has llegado a pensar barbaridades con tal de salir de esa situación? ¿Te sientes culpable por querer evitar su presencia? ¿Te repites eso de "yo no quiero parecerme a ella o a él"?
Excelente articulo Susana, aunque no me considero una madre toxica, si he inyectado algunas dosis, esto me hace reflexionar.Gracias.
Gracias a ti Mariela. Me alegro por la reflexión, como bien dices es tomar conciencia de esas dosis. No todo es blanco o negro. Vas por buen camino.
Querría pedir ayuda o consejo, soy madre sola por métodos de reproducción asistida..y me gustaría consulta ya que tengo mi casa si es mejor asumirlo en tu propio hogar o quedarte en el domicilio paterno..hasta el momento estoy con mis padres pero no se como arrancar..
Hola Natalia. Las opciones son tan variadas como las personas, por lo que algo que para unos funciona bien para otros no tanto. Esto quiere decir que yo no puedo aconsejarte si elegir una u otra opción de forma directa. Yo tengo mi caso personal, conozco otras mamás y papás que lo han hecho distinto.
Por mi parte si puedo darte algunas preguntas que te hagan reflexionar (que es como trabajo con mis clientes) y te ayude a desbloquear. Estas preguntas no son para que me contestes a mí, sino para que te respondas haciendo auto-reflexión y buscando qué es lo que realmente quieres y si estás eligiendo eso que quieres. Y en el caso de no estar eligiendo, ¿qué te retiene? Añade estas preguntas por ejemplo:
– En tu planteamiento de maternidad, ¿cómo era (es) tu visión de la misma? ¿Qué tipo de familia visualizaste o pensaste?, ¿cuál fue el para qué (motivación) de ser madre?
– ¿Qué te hizo decidir por vivir en el hogar paterno? ¿Qué papel tienen tus padres en esta ecuación? ¿Te sientes en tu lugar con respecto a tu hijo?
– Cuando dices que no sabes cómo arrancar, ¿qué quieres decir exactamente? Define eso y revisa qué te frena.
Espero que estas preguntas te ayuden a poder visualizarte en tu futuro como la mamá que deseas. Si ves que necesitas apoyo para este proceso puedes escribirme a info@familiaycoaching.com (a la atención de Susana García) y vemos cuál sería el camino para ello.
Me ha gustado mucho tu artículo, me hecho pensar, ¿dónde importes tus clases y q precio tienen?
Gracias Chus, me alegra que te haya hecho pensar que es el objetivo principal del artículo. Por favor, para darte más información envíame un email a info@familiaycoaching.com. También puedes suscribirte y descargar algunos recursos gratuitos en este enlace http://eepurl.com/bfYfef