Liberarse de pensamientos limitantes
Ya te he escrito de las creencias limitantes en otras ocasiones, ese pensamiento o forma de hacer las cosas que aprendiste por experiencias pasadas, vivencias personales y familiares. También te he escrito que te puede frenar hoy para conseguir lo que quieres.
¿Cómo liberarte de ellas? Estoy segura que si te digo que librándote de ese pensamiento y sustituyéndolo por otro me puedes decir que suena bastante «simple» como para que realmente funcione. Lo cierto es que esa es la idea básica. Ahora bien, dejar de creer como lo haces en este momento sin más es algo que pocos están dispuestos a realizar. Por eso es tan importante que si no puedes moverte de esa posición busques apoyo en una persona en la que confíes plenamente y además pueda hacerte dudar de ello. Sí, dudar.
Cuando consigues dudar de la «certeza» de tu pensamiento actual, entonces es cuando puedes abrirte a cambiarlo. De aquí que los coaches tengamos entre nuestras tareas provocarte para que dudes. Sería algo así como: «Aquel que duda encontrará nuevos caminos para llegar a su destino».
¿Y cómo se hace para dudar de esa idea que consideras «verdad»? Puedes observar si existen circunstancias a tu alrededor que te hagan pensar que las cosas podrían ser de otra forma u observar a alguien que hace algo diferente y le funciona, o plantearte qué sucedería si tú concretamente creyeses otra cosa, cómo te sentirías en ese caso.
Aunque tu experiencia es mucho mejor. Responde a esta pregunta: ¿Hay algo que creyeses a pies juntillas en algún momento de tu vida y que después dejaste de creer? – en esta pregunta, recuerda que muchos de nosotros creímos alguna vez en los reyes magos
Puedes hacer una lista. Si te tomas tu tiempo podrás encontrar varias de esas antiguas creencias que cambiaste. Es probable que lo hicieses sin ser consciente de ello. Ahora puedes hacer las cosas de una forma diferente, toma conciencia de qué pensamiento cambiaste y qué beneficio te reportó ese cambio. Nuestra vida se transforma con los años. A los 15 pensabas unas cosas y a los 35 descubriste otras totalmente distintas.
Y si conseguiste dejar de creer en ello es porque encontraste un motivo, algo que te hizo decir – ¿será verdad la otra opción? Ahí está la duda. Si una vez cambiaste, ¿por qué no hacerlo otra vez? Eso te proporcionará más posibilidades de conseguir lo que quieres en este momento.
A partir de ahora, ya sabes, si tu idea actual te frena, duda y busca alternativas.
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Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/
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