Educar para ser conseguidores de sueños.
Este fin de semana tuve mi módulo de Pedagogía Sistémica con Angélica Olvera y participé de la grata sorpresa de tratar el tema de nuestros sueños, refiriéndose a los propósitos de nuestra vida. Me sentí como pez en el agua ya que es la base de mi trabajo y de la existencia del coaching. Yo sigo diciendo que tengo el placer de trabajar para apoyar a otros en conseguir sus sueños.
Ahora bien, desde este enfoque sistémico con base en los órdenes de Bert Hellinger , aprendí a darle una visión más amplia al tema de determinar y definir los sueños. Comprendí qué hay tras esos sueños infantiles que no se consiguieron, distinguiendo cuando tenemos un «sueño» (meta o propósito) de una «ilusión» (una pretensión sobre el comportamiento de otros).
Un propósito o sueño necesita ser definido de manera concreta y aunque suponga un reto también es necesario que sea alcanzable. Eso es una parte del proceso de coaching, llegar a esa definición para empezar a trabajar sobre ella. Por ejemplo: quiero ser bailarín, quiero tener familia numerosa o similar.
Una ilusión, se acerca más a esas ideas de la niñez asociadas a padres perfectos y príncipes azules. Un estado de nostalgia infantil que te inmoviliza y te saca del fluir de la vida. Por ejemplo: me gustaría una madre más cariñosa, me gustaría que mis padres separados vuelvan a estar juntos o cualquier otra que parta de una idea personal de «cómo deberían ser las cosas».
Es importante saber educar a nuestros hijos/as para saber diferenciar ambos contextos y así poderlos alentar para que sueñen, acompañándolos y enseñándoles, de forma que se conviertan en conseguidores.
Partiendo desde esta visión sistémica ¿Cómo vas a diferenciarlos? Teniendo en cuenta 4 aspectos básicos:
1. El origen.
Averigua de dónde parte el pensamiento. Los sueños parten de tí, qué harás tú, quién serás, dónde estarás. Las ilusiones nacen desde fuera, qué hacen otros, cómo se relacionan, cómo me gustaría que fuese, partiendo de una visión idealizada de las personas y relaciones. Entrarían en juego el juicio sobre otros, en lugar de la aceptación, decir si a lo que hay.
En tus manos está cambiar tú. El cambio de otros sólo puede venir de su propia evolución personal, esta puede darse o no. Aceptar a las personas que nos rodean tal cual son es la mejor opción para poder avanzar después.
2. La dirección.
Revisa dónde miras cuando piensas en ello. Los sueños están en el futuro, caminando hacia adelante los podrás encontrar. Las ilusiones te fuerzan a volver la mirada, te retienen en el pasado, en lo que pudo haber sido y no fue.
3. El movimiento.
El sueño es dinámico, está asociado al movimiento y a la consecución; mientras que las ilusiones son estáticas, son situaciones o estados. La forma más rápida de identificarlo es buscar acciones concretas y temporalizables para acercarte a su consecución.
4. El artífice.
Ten en cuenta quién será la persona que pondrá la idea en marcha. Los sueños dependen de tí en primera instancia, podrás pedir ayuda o acompañarte de otros. En ocasiones, serán compartidos, aunque el dueño de tus sueños eres tú y, como tal, tú eres quien los dirigirá. Cuando esperas que sean otros los que hagan, ya sea que cambien una actitud, un pensamiento o un sentimiento estás en la irrealidad y la ilusión.
Cuando un sueño es de verdad un propósito en tu vida emanará de tu interior, te llevará a mirar hacia el futuro, con acciones concretas que dirigirás tú. Después ya podrás concretarlo, diseñarlo y crear un plan de acción.
A esto es necesario añadir una cosa más, recuerda que suelo hablar de los Planes B cuando el plan principal puede fallar o retrasarse. Así es que diseña tus sueños de forma que tengas un abanico de opciones ampliadas.
Esas son las claves, síguelas y te convertirás en conseguidor y padre/madre de conseguidores.
_____________________________________________________________________
Susana García Gutiérrez – Coach Profesional
1ª Coach de Familias Monoparentales
http://www.coachingatualcance.com/
_____________________________________________________________________________________________________AUTORA
   

ULTIMAS PUBLICACIONES
20 años de monoparentalidad y pocas cosas han cambiado.
La realidad de las familias monoparentales. Cada […]Deja de usar esta palabra con tus hijos
Existe una palabra muy común en nuestra vida diaria. […]3 razones para dejar de gritar a tus hijos
Siguiendo la nomenclatura de: «Piensas, luego […]Quiero un hijo obediente
Si has entrado para encontrar una guía para conseguir […]Mis 1000 equivocaciones como madre
Después de muchos artículos y debates en redes durante […]
POST MAS LEIDOS
-
10 cosas por la que estoy agradecida Hay algo que me gusta hacer por las noches antes de i... publicado el noviembre 24, 2011
-
¡Cuida tus palabras! Los 3 filtros antes de hablar ¿Eres realmente consciente de cuántas veces eres parte... publicado el mayo 8, 2015
-
¿Objetivos o Expectativas? A la hora de arrancar un proceso de coaching es d... publicado el octubre 26, 2009
-
Las 10 frases más tóxicas que te impiden avanzar en la vida Estoy segura que en algún momento has repetido alguna d... publicado el octubre 7, 2015
-
Dejar el comportamiento agresivo-pasivo (Parte 3) La pasada semana publicaba qué comportamientos eran car... publicado el octubre 31, 2013